La promoción y protección de los Derechos Humanos ha sido una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en la cual los países fundadores de la Organización acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan.

Tres años después, en la Declaración Universal de los Derechos del Humanos, la Asamblea General resaltó que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana «son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo».

En 1950, la Asamblea General invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que observaran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos (resolución 423(V)).

En tal sentido, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, señaló este 10 de diciembre en Argentina que el Día de los Derechos Humanos “tiene que ser minuto a minuto, segundo a segundo” y destacó trabajar por el “derecho fundamental a la vida” y por los demás que “conllevan vivir con dignidad”.

Al referirse a la celebración del Día de la Democracia y los Derechos Humanos, Carlotto que “tiene que ser cotidiano, minuto a minuto, segundo a segundo en la vida de cada país”, y postuló que “no se puede violentar ni el derecho fundamental a la vida y ni los demás que conllevan a vivir, pero con dignidad”.

Llevamos 29 años de democracia; ése es el festejo más grande”, resumió Carlotto en la entrevista en radio La Red.