Reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Internacional de la Mujer está lejos de constituirse en una celebración: la fecha conmemora, por contrapartida, la lucha histórica de las mujeres por sus derechos, por la equidad de género y por una participación igualitaria en la vida social, laboral y política, entre otras esferas.

A lo largo de la historia, las movilizaciones obreras, los reclamos por mejoras laborales, el pedido de equidad salarial y de derechos –e inclusive tragedias simbólicas ocurridas en Nueva York- dieron origen a esta conmemoración.

Antes de que la ONU institucionalizara la fecha, la conmemoración era denominada «Día Internacional de la Mujer Trabajadora», ya que su origen y espíritu fue netamente sindicalista.

La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se realizó el 19 de marzo de 1911 en Europa: específicamente en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.

En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró a 1975 como «Año Internacional de la Mujer» y en 1977 invitó a todos los Estados a declarar –de acuerdo a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales- un día como «Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional».

En 2023, el lema elegido es “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, en consonancia con el tema prioritario del Sexagésimo séptimo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: “La innovación y el cambio tecnológico, y la educación en la era digital para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.

Así, se pretende reconocer y homenajear a aquellas niñas, mujeres y organizaciones feministas que apoyan los avances de la tecnología transformadora, así como el acceso a la educación digital que  contribuyan a acortar la brecha digital de género, disminuyendo las desigualdades sociales y económicas.

Asimismo, esta temática tiene como finalidad destacar la importancia de proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales, así como generar acciones orientadas a erradicar la violencia de género en línea.

Otro aspecto relevante radica en la incorporación de las mujeres y grupos marginalizados tradicionalmente a la tecnología, promoviendo la igualdad de género, basados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Con ello se fomentará una educación digital e inclusiva para un futuro sostenible.