Como ocurre cada año, este 23 de abril se celebra el «Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor». La fecha fue fijada con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.
La fecha fue elegida como «Día Internacional del Libro», ya que coincide con el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, el 23 de abril de 1616.
De todos modos, aquella coincidencia histórica fue un poco forzada: Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano.
La Unión Internacional de Editores propuso esta fecha a la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.
La Conferencia General de la UNESCO la aprobó en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que a partir de dicha fecha el 23 de abril es el «Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor».
«Los libros constituyen una forma de expresión cultural que vive a través de una lengua en particular y forma parte de ella. Cada publicación se crea en una lengua específica y está destinada a un público de lectores que habla esa lengua. Por lo tanto, cada libro se escribe, produce, intercambia, utiliza y valora dentro de un marco lingüístico y cultural determinado», destacó Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, en un mensaje con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
«Este año destacamos este aspecto importante porque 2019 ha sido proclamado Año Internacional de las Lenguas Indígenas, liderado por la UNESCO, para reafirmar el compromiso de la comunidad internacional de ayudar a los pueblos indígenas a preservar sus culturas, conocimientos y derechos», agregó la Directora General de la UNESCO.
CAPITAL MUNDIAL DEL LIBRO
En 2001 por iniciativa de la UNESCO se nombró a Madrid como «Capital Mundial del Libro». Desde entonces, cada 23 de abril un comité de selección, integrado por representantes de la Unión Internacional de Editores (UIE), la Federación Internacional de Libreros (FIL), la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios (IFLA) y la UNESCO, elige a diferentes ciudades del mundo que realizan durante el año actividades culturales relacionadas con los libros.
Para 2019, el comité de selección de la UNESCO eligió a Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) como Capital Mundial del Libro. Su «oferta innovadora, completa e inclusiva, con un programa de actividades centrado en la comunidad que tiene propuestas creativas para involucrar a la población inmigrante», según confirma un comunicado de la organización, ha sido determinante en la toma de decisión.