Informe especial de Clarín

 

¿Dónde transcurre la historia de Martín Fierro? ¿En quién o en qué se inspiró José Hernández? ¿Cuáles son los lugares donde se pueden encontrar huellas de la vida de uno de los gauchos más famosos de la Argentina?

Pese a que Martín Fierro es un nombre emblemático que aparece en todos lados -plazas, festivales- y tiene esculturas en tantos otros lugares, no hay una “ruta del Martín Fierro” claramente delineada. O al menos no todavía de manera oficial.

Empecemos por intentar ubicar tiempo y espacio.

“La epopeya del protagonista, según la propia obra, se desarrolla en un lapso de diez años (tres como miliciano, dos como gaucho matrero y cinco entre los indios). Por lo tanto, según estos cálculos, debió haber sido entre mediados de la década de 1860 y la siguiente”, detalla el historiador Eduardo Míguez en su libro “El mundo de Martín Fierro”.

En cuanto al dónde, hay mucha sugerencia, pero no se leen lugares demasiado concretos en la obra, excepto por Ayacucho. Declarada “Tierra del Martín Fierro”, en esta ciudad bonaerense se realizan todos los años -desde 2012- las Jornadas de Promoción, Investigación y Debate del Universo de Martín Fierro o Jornadas Martinfierristas.

“El lugar vinculado a Hernández es la estancia El Rosario donde vivía y oficiaba como Juez de Paz, Zoilo Miguens -amigo y quien financió la primera edición de la obra-, pero ese lugar hoy no está en condiciones de ser visitado porque está en un campo privado y sufrió un pequeño derrumbe por las inclemencias del tiempo”, señala Marina Acosta, secretaria de Educación de la Municipalidad de Ayacucho, aunque asegura que hay planes para rescatarlo y ponerlo en valor.

Además, el Museo Histórico Regional cuenta con una importante colección de ediciones del Martín Fierro incluyendo las primeras tiradas de 1872.

Imagen: elhistoriador.com.ar

Más allá de Ayacucho, en la obra se habla de una “frontera que está al poniente”, que en el fuerte para el que servía Fierro había “un Coronel” y también aparece la figura del “Juez de Paz”.

Todo esto “sugiere que los pagos de Fierro estaban en la zona del macizo de Tandilia… que el fuerte en que cumplió su servicio militar fue el de Azul y que, cuando se dirigió a vivir con los indios, se encaminó hacia el oeste del destacamento. Las tolderías, que generalmente estaban cerca de lagunas… podrían haber estado cerca de las lagunas Blanca Grande, Pay Lauquen o, incluso, en las encadenadas de la zona de Guaminí”, señala Míguez y se pregunta: “Pero ¿es esto realista?”.

Mientras que muchos investigadores han sostenido que el personaje de Hernández es una creación ficticia que refleja una realidad social y política de la época, otros se aferran -esgrimiendo pruebas y fundamentos- a la figura del gaucho Melitón Fierro, real, de existencia comprobable en actas históricas, como fuente de inspiración.

“Este escritor conoció las penurias, persecuciones que en carne propia vivió el ‘gaucho de Monsalvo’ Melitón Fierro, y que vio de manera accidental transformar su identidad por Álvaro Barros, en la línea de Frontera 3 de Azul, cuando al firmar al acta de recepción para ser incorporado a su batallón lo hace con el nombre de Martín en lugar de Melitón”, explica Gustavo Annessi, quien ha trabajado con Oscar Fantini impulsando la posibilidad de desarrollar una ruta turística, tras los pasos del gaucho Fierro.

A las actas que van siguiendo el derrotero de Melitón desde la pelea en los alrededores de la pulpería La Rosa (hoy derruida; solo queda la reja original expuesta en el Museo Kakel Huincul de Maipú) hay que sumar dos vínculos esenciales.

“José Hernández tenía intereses en esta zona, como la estancia en Sierra de los Padres, además amistades como Zoilo Miguens, Juez de Paz en Ayacucho y Álvaro Barros, comandante en el cuartel de Azul”, señala Oscar Fantini, quien investigó la figura de Melitón Fierro, al igual que el historiador de Ayacucho, Abel Gari, autor del libro El verdadero Martín Fierro.

Para todos ellos hay una fecha que se destaca más que cualquier otra: el 16 de agosto de 1866 es el día en el que a Melitón Fierro se le cambia su identidad para siempre y pasa a ser Martín. Por eso en Maipú, en 2016, se declaró a agosto -con eje en el día 16 de agosto- como mes “Martín Fierro: el Gaucho de Maipú”.

“Si Martín Fierro es Melitón definitivamente, es algo difícil de dilucidar. Lo que sí está claro es que seguramente Hernández no escribió su poema sobre alguien ficticio sino que se ha basado en la figura del gaucho de aquellos tiempos”, concluye Annessi.

Su proyecto de circuito tiene gran potencial, tiene mucha historia y apasiona, pero necesita desarrollo, inversión y voluntad ya que la mayor parte de los lugares son solo puntos en el mapa bonaerense donde se ubican los sucesos desde que Melitón es detenido durante una pelea, se lo traslada de un juzgado a otro, hasta que ingresa en el fortín.

Caminos vecinales, sitios donde había postas o pulperías o donde se labraron actas. “Tiene que estar señalizado, tiene que haber lugares donde la gente pueda comer, visitar y esto no es posible por ahora”.

Hay una pulpería que mencionan Fantini y Annessi que aún está en pie, Santa Isabel -en el camino que unía la estancia Mari Huincul con Dolores-, que mantiene la reja original, pero está dentro de propiedad privada y no es un lugar abierto al público regularmente, ni donde se sirva comida o bebida, por ejemplo.

Guaminí también debería estar en una posible ruta gauchesca. Una ordenanza de 2019 estableció que se colocara una placa cerca de la entrada del cementerio local, con una referencia al Martín Fierro: “En alguna tumba perdida y anónima o en el osario de nuestro cementerio descansan los huesos del gaucho Martín Fierro».

El cartel, que aún no ha sido colocado, también debía explicar: «Si bien el personaje de la obra cumbre de la literatura gauchesca pudo ser producto de la imaginación de José Hernández, Abel Gari, escritor e historiador de Ayacucho, luego de largas investigaciones, afirma que ese gaucho vivió por la zona del Tuyú y de Monsalvo, de Maipú e incluso de la Lobería Grande (Mar del Plata)».

Y aquí el dato, la explicación, el por qué: «El historiador afirma que el peón rural Melitón Fierro, fallecido el 12 de agosto de 1889, a los 50 años, en el paraje guaminense Bravos del Dos -donde en aquellos tiempos estuvo enclavado el Fortín homónimo, con oficina telegráfica y posta de mensajerías y almacén, en el camino a Trenque Lauquen- es el gaucho en el cual Hernández inspiró su obra”.

El Museo Histórico de Guaminí atesora parte de la documentación relacionada con Fierro y su paso por esa zona.

Siguiendo el plan turístico, además de las pulperías y el rastro de Melitón, habría que poner el foco también en la vida del mismo Hernández.

La lista parece interminable y podría abarcar lugares como Pehuajó, considerado «pago hernandiano» por la presencia de los hermanos Hernández, o el edificio de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en pleno centro porteño, ubicado exactamente donde antes había otro edificio, el del Hotel Argentino: allí José Hernández terminó de escribir el Martín Fierro.

Pero elegimos dos que son centrales. Uno de ellos es la Chacra Pueyrredón, en Villa Ballester, la casa donde nació el escritor el 10 de noviembre de 1834, y que hoy funciona como un museo. La fecha de su nacimiento se festeja cada año como el Día de la Tradición.

“Se exponen objetos personales como cartas a su esposa Carolina, más de 200 ediciones del Martín Fierro -algunas corregidas de puño y letra por el escritor- un reloj de oro, una pluma con su raspador y un daguerrotipo -una de las piezas más valiosas- que lo retrate de frente y espalda”, explica Maite Istillarte, coordinadora a cargo del museo. La casa es de 1831 y aún se puede ver el palomar histórico, el aljibe y un ombú de aquella época.

Muy cerca de Mar del Plata, la Estancia Laguna de los Padres también es actualmente el Museo Municipal José Hernández, nombre que recuerda los años de la infancia que pasó aquí el escritor, hacia 1846.

La colección del museo incluye herramientas de la producción rural, armas y elementos de intercambio en el mundo de la frontera, documentos de las primeras estancias y la obra “El gaucho Martín Fierro” en diferentes idiomas.

 

Fuente y fotos: informe especial de Clarín