Desde el 15 de marzo y hasta el 15 de abril, “Cuatrociencia”, la Muestra de Arte, Ciencia y Tecnología de la UNC, tiene sus puertas abiertas de par en par para que te des una vueltita. Es una fiesta del conocimiento. Ya vas a ver.

(*) Por Emilia Pioletti, especial para www.insedujosehernandez.com.ar

X dice: – Hola y Z contesta: – ¿Cómo te va?, X dice: Más o menos, tengo problemas. Z pregunta: – ¿Puedo ayudarte en algo? , X dice: – Si, ¿me cambiás de cabeza?

El spot televisivo de “Cuatrociencia” simula un hipotético diálogo entre dos personajes incógnitos: X y Z. X es Chaplin, con bastoncito y bombín. Pero no tiene cabeza al igual que Z. Y ambos te invitan a abrir la mente en “Cuatrociencia”.

Cuatrociencia

En 2012, la UNC emprendió su camino hacia sus 400 años de vida. Este recorrido también estuvo marcado por la fiesta: un festival multitudinaríisimo (si es que ese superlativo existe en esta lengua) donde tocaron Charly García y León Gieco, una maratón donde miles de cordobeses le sacaron chispas al asfalto, la refacción del Pabellón Argentina sobre cuyas paredes se proyectaron imágenes de la historia de la Casa de Trejo, la inauguración de la Plaza Institucional junto al Pabellón Argentina, además de numerosos concursos y convocatorias en el marco de los cuatro siglos de eso que hace que a Córdoba se la conozca como “La Docta”.

En 2013, la UNC dio un salto de calidad y muchos saltitos de alegría. Un fiestón más se sumó a estos 400 años: “Cuatrociencia”, la Muestra de Arte Ciencia y Tecnología, en el mismísimo Pabellón Argentina. Allí, la Universidad con mayor historia del país quiere compartir conocimientos con grandes y chicos. Mostrar lo que puede y sabe hacer.

Ecléctica por donde se la mire, “Cuatrociencia” es sonidos, son voces que se mezclan, risas, mucha gente preguntando y mucha gente respondiendo. Expositores que toman mate mientras explican cómo funciona la energía solar, visitantes que agradecen la atención regalando facturas a los que están detrás de los stand: una cosa tan vecinal que emociona.

Empieza el recorrido así que paso a contarles. Hay dos grandes Espacios separados por colores que tiñen a cada zona de la muestra: el espacio Magenta y el Espacio Rojo.

El Magenta se divide en exterior e interior. Adentro hay de todo un poco: Desde una Ciudad Célula hasta una máquina para calcular la Deuda Pública Provincial. La Ciudad Célula es sin dudas la vedette del Magenta, donde las mamás y sus pininos hacen cola para entrar. El cartel del ingreso reza: “Visitas guiadas cada 15 minutos”, así que hay que esperar firmes cual estaca. A los nenes eso no les importa mucho, porque ellos quieren saber qué pasa adentro de la célula a toda costa. Los niños siempre quieren saber los “porqueses”, ¿vieron?

El calculador de la Deuda Pública Provincial permite, a través de una pantalla táctil, que averigües según tu barrio y la conformación de tu familia, cuál es el porcentaje de ese monto público que tu familia debe. A mí me dio como 25.000 pé, así que no fue muy amigable la maquinita.

El Espacio Magenta ofrece además juegos interactivos como la pantalla azul donde los nenes se visten de superhéroes con capa roja y todo, y se ven volando como Superman o la Mujer Maravilla, según el caso. Les tendrían que ver las caritas de alegría.

Portada Cuatrociencia 1

Si nos adentramos más en el Pabellón Argentina, el Magenta nos ofrece también una tabla periódica enooooooooooorme, donde cada elemento es un cubo que al darlo vuelta, informa sobre cómo usamos ese elemento en la vida diaria: ¿sabían que el Indio se usa para hacer las pantallas de LCD? Yo no. Caminando hacia el patio interno del Pabellón encontramos algunos auriculares esperando a ser descolgados: una voz masculina recita un poema, que luego es repetido por una voz femenina y así en loop. “Somos río”, concluyen ambos, como susurradores de poesías modernos.

El Magenta Interior tiene muchas otras cosas, pero pasemos al Exterior en la Plaza Institucional: está invadido por niños que se han autodeclarado dueños y señores de la zona. Juegan con todo: relojes de sol, juegos de ingenio, visuales, algunos juegos interactivos con palancas y poleas (-¡Mirá má! ¡Como tiene más redondelitos hago menos fuerza!, decía un pelirrojito mientras corría de un juego a otro) y pequeños areneros con “fósiles” enterrados para que los pequeños jueguen a ser arqueólogos.

Ahora bien, estos juegos visuales tienen mucho de cerebrales también: ¿escucharon hablar alguna vez de la ceguera por falta de atención? Hay un video en el cual te piden que prestes atención y cuentes pases de una pelota entre algunas personas, y al finalizar rebobinan el video y te muestran que había un hombre disfrazado de gorila que atravesó la escena y además que varios elementos habían cambiado de color sin que vos lo hubieses notado. La cosa sería más o menos así: si estás prestando atención a sólo un aspecto del entorno, tu cerebro enceguece ante todo lo otro. Vendría a ser la base científica del “La vida es eso que ocurre mientras estás ocupado haciendo otros planes” de Lennon. Nada más y nada menos.

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Volvamos adentro. En el Subsuelo del Pabellón está emplazado el Espacio Rojo: el magma interior de este volcán de arte, ciencia y tecnología que hasta el 15 de abril estará en erupción. Bajando las escalinatas nos encontramos con un simulador de un agujero negro, algunas muestras de arte (pinturas en perspectiva y un cubo de plástico transparente inflable gigante), fotografías de galaxias, además de mucha info “cósmica”: qué es y cómo nace un agujero negro, cómo están compuestos los planetas del Sistema Solar, entre otras. (Nota del editor, o sea yo: ¿Sabían que en un futuro lejano nuestra Vía Láctea y la Galaxia Andrómeda están destinadas a colisionar y fusionarse en una sola? Cosa e’ mandinga.)

Ojito, eh, que hay mucho, mucho más de lo que les conté. Más de 30 stands. Conferencias. Debates. Conciertos. Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Tecnologías. Energías Alternativas. Salud. Matemáticas. Robótica. Una hermosa ensalada para comer y disfrutar.

Cuatrociencia tiene un montón de conocimientos que quiere compartir. Una Universidad entera quiere mostrarles en lo que se convirtió en estos 400 años, educando a generaciones y generaciones de jóvenes y jóvenas. Date una vueltita y disfrutá con los cinco sentidos de todo lo que se enseña, se aprende, se conoce y se hace en nuestra Universidad. La Muestra está abierta de martes a viernes de 10 a 17 y los fines de semana y los feriados, de 15 a 20. La entrada es libre y gratuita.

Saquen muchas fotos y después me cuentan.

Más info haciendo click en la web de Cuatrociencia.

 

(*) Emilia Pioletti, periodista abocada a temas culturales y sociales.