La ciudad de Córdoba celebra el 449° aniversario de su fundación

 

La ciudad de Córdoba celebra este miércoles 6 de julio el 449° aniversario de su fundación por la avanzada española que comandaba Jerónimo Luis de Cabrera, en la búsqueda de un sitio que fuera el puente entre la poderosa civilización que se desarrollaba en los Andes peruanos y el Virreinato del Río de la Plata.

Tras un primer intento el 24 de junio de 1573 en el asiento de Quisquisacate, el 6 de julio fundó una ciudad a la que llamó Córdoba de la Nueva Andalucía, ubicada a orillas del río Suquía, al cual llamó río de San Juan (posteriormente se denominaría río Primero).

El nombre elegido fue un homenaje a la tierra natal de la familia materna de su esposa, Luisa Martel De los Ríos. Según datos del Archivo Histórico, las autoridades resolvieron el traslado de Córdoba a la margen del sur del río Suquía después de cuatro años de fundada la ciudad, en 1577. El entonces Teniente Gobernador don Lorenzo Suárez de Figueroa trazó el primer plano de la ciudad, de setenta manzanas en damero. El documento da cuenta de una ciudad con diez cuadras de largo y siete de ancho.

 

 

La ciudad de Córdoba fue declarada capital provisional en dos ocasiones: la primera, en 1806, durante las Invasiones Inglesas al Virreinato del Río de la Plata y luego, en 1955, durante los hechos del golpe militar autodenominado Revolución Libertadora.

 

El Arco de Córdoba, iluminado especialmente

 

DOS ÍCONOS CORDOBESES CUMPLEN AÑOS

El Arco de Córdoba Fue inaugurado el 6 de julio de 1943. El mundo aún en guerra mostraba postales de estas construcciones que marcaban como mojón el ingreso a las grandes capitales como Roma o París. Y lo hacía a través del cine y sus imágenes en blanco y negro. Córdoba tendría su pórtico, inaugurado durante la intendencia de Donato Latella Frías. Los picapedreros que levantaron los torreones y el arco que los une, fueron los inmigrantes croatas, especialistas en trabajar la piedra y que también moldearon la forma de la Cañada.

El Arco de Córdoba, erigido en el límite del actual barrio Empalme, le da la bienvenida a todos aquellos que llegan a la ciudad de Córdoba.

También cumple años el Palacio Municipal. Martín Federico, intendente entre los años 1951 y 1954, fue quien tomó la decisión de construirlo. Se ubicó frente al Paseo de Sobremonte y antes de su límite con La Cañada, uno de los paisajes grabados en la retina de la ciudad. Fue diseñado por el estudio Sepra, de los arquitectos Santiago Sánchez Elia, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini. Es una construcción del movimiento arquitectónico denominado “brutalismo”.

 

El Palacio Municipal, visto desde la fuente del Paseo Sobremonte

 

SEGUNDA CIUDAD MÁS POBLADA DEL PAÍS

Córdoba es la segunda metrópoli más poblada del país, después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De acuerdo a los datos establecidos en el censo nacional de 2010, la ciudad de Córdoba tenía una población de 1.329.604 habitantes. Según estimaciones estadísticas, en base a la tasa de crecimiento de los últimos períodos, en 2022 su población es de aproximadamente 1.467.867 personas.

Las cifras respecto de la población de la capital provincial serán oficializados al publicarse los datos surgidos del Censo 2022, realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Además, Córdoba el tercer ejido municipal más grande del mundo, según documentación publicada en «Córdoba, una ciudad en cifras», en Gobierno Abierto de la Municipalidad de Córdoba (ver publicación en PDF).

 

 

Asimismo, Córdoba es un importante centro cultural, económico, financiero, educativo y de entretenimiento. Su Universidad Nacional –que tiene más de 400 años de historia- fue la primera de Argentina y la cuarta más antigua de América.

 

HISTORIA DE LA FUNDACIÓN

 

A orillas del río Suquía, Jerónimo Luis de Cabrera desenvainó su espada y sableó las ramas de un sauce, mientras el sacerdote Francisco Pérez sostenía la cruz de madera y bendecía el sitio. El escribano del Rey, Francisco de Torres, labró el acta donde hizo constar la fundación de Córdoba de la Nueva Andalucía.

Así describe el escritor Esteban Dómina aquella escena fundacional. Cabrera llegó a estas tierras al mando de un centenar de hombres, después de haber sido designado por el virrey Francisco de Toledo gobernador de las provincias de Tucumán, Juríes y Diaguitas.

Dómina apunta que Don Jerónimo se había trasladado desde el virreinato del Perú a Santiago del Estero. En lugar de quedarse allí a gobernar y cumplir con el mandato real que las autoridades le habían encomendado, decidió seguir hacia el sur, hasta llegar a orillas del río Suquía.

 

 

El acta fundacional del 6 de julio de 1573 -documento que aún se conserva- consignó: “En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios verdadero y en el asiento que en la lengua originaria se llama Quisquisacate, en presencia del escribano de su majestad, Francisco de Torres, su secretario y testigos se funda esta nueva ciudad, en este asiento cerca del río que los indios llaman de Suquia”.

 

 

LOS ORIGINARIOS DE ESTA TIERRA

Para Dómina, la llegada de la expedición debió sorprender a los habitantes de estas tierras. Los comechingones eran cazadores y recolectores, que se dedicaban a algunos cultivos artesanales. Vivían en cavernas o cuevas en las sierras y en viviendas semi enterradas en el llano.

El autor dice que no hubo enfrentamiento, como sí en muchos otros lugares, donde corrió sangre cuando llegaron los conquistadores. Don Jerónimo, quien según Domina tenía una actitud abierta hacia los nativos, había decido que la fundación tuviera lugar en la banda norte del río Suquía, lugar donde actualmente está emplazado barrio Yapeyú.

De inmediato, los españoles levantaron un fuerte, con algunas viviendas precarias, a la espera de que llegaran sus familias y mujeres, entre las que se contaban doña Luisa Martel de los Ríos, la esposa de Cabrera, que llegó con sus hijos.

Tras la fundación, Don Jerónimo procuró la creación de un puerto que permitiera conectar a la región con el océano Atlántico, para ir por vía marítima a España, sin pasar por Perú. Llegó a orillas del Paraná y fundó el puerto de San Luis de Córdoba, en el desaparecido fuerte Sancti Spiritus, primer asentamiento en el actual territorio argentino fundado por Sebastián Gaboto, según detalló Dómina.

A su regreso a Córdoba, Cabrera se encontró con que el rey de España, Felipe II, había designado en su reemplazo como gobernador de Tucumán a Gonzalo Abreu de Figueroa.

Dómina describe a Abreu de Figuera como un sujeto de mal talante, que tenía diferencias personales con Cabrera a raíz de cuestiones familiares. El flamante gobernador despachó a un capitán a Córdoba, con la misión de destituir y tomar prisionero a Cabrera, confiscando sus bienes y llevándolo preso por el cargo de usurpación y traición al Rey. Era el precio que pagó por su desobediencia.

Don Jerónimo sufrió la cárcel y mediante un juicio sumario fue condenado y ejecutado con el garrote vil, un método destinado a los peores reos, narra el escritor.

Doña Luisa Martel inició un camino para recobrar el buen nombre y honor de su marido. La viuda hizo todas las gestiones a su alcance hasta conseguir que el rey Felipe II devolviera el buen nombre y honor a Cabrera.

Así, la ciudad creció sin su fundador y se trasladó, como él había decidido, a la orilla vecina. Su segundo, Lorenzo Suárez de Figueroa, en un plano de 70 manzanas, dispuso la ubicación de la plaza principal, la iglesia mayor, el cabildo y las casas de los principales vecinos.

 

En 1813, Córdoba tenía las 72 manzanas originales de la fundación, distribuidas en 12 cuarteles en donde vivían más de 8.500 personas. (Wikipedia / Grupo Edisur)

 

Aquella aldea se convirtió en la magnífica y enorme ciudad de hoy, apunta Dómina. La presencia del momento fundacional permanece viva porque el linaje de los pueblos originarios corre en la sangre de muchos cordobeses por descendencia o mestizaje; lo mismo que el linaje de aquellos primeros españoles.

En la Plazoleta del Fundador se encuentra la escultura de Don Jerónimo como símbolo de esa memoria colectiva, de ese un vínculo de afecto y de cercanía de los cordobeses con su fundador.

 

 


Fotos principales: Prensa Municipalidad de Córdoba y Gobierno de la Provincia de Córdoba

Fuentes: LaVoz.com.ar, Esteban Dómina, Wikipedia, webs de historia