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En un interesante artículo, la web española Educación 3.0 convocó a varios expertos para analizar y opinar sobre cómo será la educación del futuro.

A continuación compartimos algunas reflexiones de Manuel Area y Dolors Reig, quienes plantean, por un lado, la diferencia entre “aprender creando” y “aprender repitiendo”, y por el otro, el escenario de un “humanismo y renacentismo digital”.

Manuel Area, catedrático del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, Tenerife (España).

«En los próximos 20 años asistiremos a un creciente aumento de la demanda de formación por parte de múltiples y variados sectores de la población. Viviremos un periodo caracterizado por la coexistencia de instituciones de educación formal (el sistema escolar y las universidades) y nuevos agentes formativos (empresas, asociaciones ciudadanas y culturales) con formatos de educación alternativos, menos formalizados y más flexibles (lo más probable es que cada individuo, a lo largo de su vida, utilice y entremezcle ambos)”.

«Creo que cobrará relevancia la ‘formación a la carta’ y cada sujeto podrá configurar su plan en función de sus necesidades».

«Espero que se generalicen los enfoques didácticos basados en el aprendizaje por proyectos y/o tareas donde el alumno tendrá que buscar, analizar y construir el conocimiento en entornos presenciales y digitales. En definitiva, será una formación basada en el ‘aprender creando’, no en el ‘aprender repitiendo’”. 

 

Dolors Reig, psicóloga social y editora del blog El Caparazón

«La educación será más flexible, así como la certificación, y contará con muchas más herramientas de personalización, por lo que podrá combatirse de manera más efectiva la desmotivación escolar. Se tendrán más en cuenta los hallazgos de las neurociencias y ciencias del aprendizaje”.

«La formación en valores será clave y promoverá la participación activa, creativa, crítica y responsable, y la cooperación más allá de la interacción, para lo cual los docentes y las instituciones tendrán que ser guías competentes y curadores de contenido».

«Creo que emergerá la necesidad de la formación generalista, cultural, volviendo de algún modo la figura del humanista renacentista en algo que denomino renacentismo digital”.