La escritora visitó nuestro instituto en el marco de las actividades de extensión del Festival Internacional de Literatura de Córdoba y dejó su huella con una interesante experiencia en 6° año “B”.

Fernández Berro - principal

En una experiencia que seguramente será inolvidable, los alumnos de 6º año “B” del Instituto disfrutaron de la cálida visita de la escritora platense María Laura Fernández Berro, en una de las actividades de extensión del Festival Internacional de Literatura de Córdoba.

La autora, que también ejerce la docencia en La Plata, rompió el hielo narrando algunas particularidades de su obra «El camino de las hormigas», que recibió el premio a la mejor novela breve del ayuntamiento de Córdoba, España, en 2003. “Empecé jugando, a través de la voz de una nena con capacidades diferentes que le prestaba las palabras a la abuela”, describió, al tiempo que leyó pasajes de esa nouvelle, seguida con especial atención por los alumnos por su forma desacartonada para exponer y por los temas que movilizó en el curso.

Luego, María Laura se metió de lleno con su libro «La sangre derramada», ganador del noveno concurso de novela Aurora Venturini, de la ciudad de La Plata, en 2010. En tal sentido, la escritora contó con gran placer que actualmente asiste y es escriba de la propia Venturini, a quien admira profundamente. María Laura 200

Tal como señalaba el tema planteado para su participación en nuestra institución, denominada «Lecturas y reflexiones sobre la memoria», la autora describió sus pasos para la creación de una obra, y señaló que si bien generalmente comienza de una manera lúdica, siempre termina escribiendo –atravesada de diversas maneras– sobre la Dictadura y las huellas que dejó en la sociedad.

“Es terrible, porque no se cierra nunca el ciclo. Subyace una búsqueda infinita. En mi ciudad seguimos buscando a 3 mil desaparecidos”, describió en un pasaje de la charla, y luego agregó: “La escritura es una forma de persistir. Lejos de creer que nos consagramos, porque eso es de otra época, escribir es una manera de perdurar en el tiempo. Escribimos porque no aguantamos algunas cosas que vemos, porque queremos denunciar, porque nos nace un impulso desde adentro, o simplemente por jugar”.

Posteriormente, Fernández Berro leyó su cuento «Dictar la mentira», aparecido en la revista Sudestada, en el cual hace referencia –y de alguna manera se saca los fantasmas interiores– sobre la trágica inundación ocurrida este año en su ciudad, La Plata.

Con su notable llegada a los alumnos, y su habilidad como coordinadora de talleres de narrativa para jóvenes y adolescentes, la autora propuso luego una actividad lúdica: contar una historia, de manera libre, pero con la consigna clara de “ponerse en la piel de un animal”.

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Los alumnos mostraron una gran predisposición y generaron pequeños relatos que la propia autora elogió varias veces. Emiliano, el texto del pez que estaba harto de los humanos. Facundo, el de ese animal que ayer era un leopardo y hoy estaba en exhibición en una casa de pieles. Pía, el del perro desolado que finalmente fue rescatado por una niña. Tomás, el del oso panda que se sentía diferente y solo en la sociedad. Y Huayra, el del hámster de Camila, una niña golpeada que comenzaba a dejar atrás su pasado.

Fernández Berro, que también se mostró muy complacida por la entrevista publicada hace algunos días en esta web, escuchó atentamente cada texto producido por los alumnos y remarcó la creatividad y la buena redacción. También valoró algunas cuestiones formales, como un final inesperado, o temáticas que, más allá de estar puestas “en la piel de un animal”, permitían hablar de cuestiones mucho más profundas en lo humano.

Cecilia Arestizábal, la docente que estuvo a cargo del curso y participó de las actividades, también mostró su alegría por el ida y vuelta que logró la escritora. “La visita de María Laura nos permitió escuchar y aprender sobre cómo se pueden vivir la vida y las Letras con pasión. Y hasta nos pudimos sentir, aunque haya sido por un ratito, escritores. El juego, la memoria, el pasado, el futuro, el dolor, la angustia y la alegría operaron en cada uno de nosotros para transformarnos en otro ser durante esos 80 minutos. ¡Muchas gracias a María Laura y a los organizadores del Festival por tan hermosa experiencia!”, expresó la profesora de Historia de nuestro Instituto.

Para el Instituto Educacional José Hernández, la visita fue un halago y puso de manifiesto todas las virtudes académicas y humanas de María Laura, quien pudo compatibilizar sus pasiones, para convertirse, al mismo tiempo, en narradora, ensayista, escritora, profesora de Letras, gestora cultural, traductora, escriba de Aurora Venturini y responsable del área de extensión cultural del Palacio López Merino de la ciudad de La Plata.